Totalmente de acuerdo con la explicación que da José Beccar Varela sobre las crisis curativas. Es común, aunque no imprescindible, que en muchos tratamientos las personas en un momento sientan que retroceden porque los síntomas vuelven o que éstos se acrecienten, pero son procesos del cuerpo como si éste pusiera la ultima gota para rebasar el vaso y que éste así se vacíe.
Es más bien el primer paso para sanar, lo que sucede es que estamos más acostumbrad@s a usar medicamentos que tapan los síntomas u operaciones que sacan lo que no está bien pero no a las transformaciones en nuestro cuerpo.
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Crisis curativas: Hay que cruzar el puente
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No es extraño que personas que inician tratamientos naturales como la medicina China, plantas medicinales u otros sientan en algún momento del proceso el agravamiento de los síntomas, o la aparición de erupciones en la piel, manchas, supuraciones, olores fuertes en el aliento, sudor, orina o heces, diarreas, ataques de tos, flema, llantos, etc.
En el plano emocional espiritual también suelen aparecer inestabilidad, irritabilidad, sensibilidad extrema, etc. No hay sanación sin enfrentar y atravesar el dolor.
Este estadío del tratamiento es normal y es lo que se llama "crisis de curación". No es más que la naturaleza haciendo su trabajo de limpieza y purificación.
El genio naturista chileno Manuel Lezaeta Acharán decía: "Las eliminaciones defienden la vida".
A las reacciones orgánicas capaces de liberar al cuerpo de los morbos perjudiciales las llamó "crisis curativas", y las consideró siempre manifestaciones de defensa, indispensables para obtener que el individuo sane completamente. En este sentido afirmaba que el organismo que es impotente para producir una crisis, lo será también para curarse.
Lezaeta se lamentaba de que aunque estas crisis curativas son signos evidentes de depuración, suele interpretárselas mal, existiendo la tendencia a sofocarlas con calmantes, analgésicos, pomadas, antibióticos y drogas por considerarlas "enfermedades" independientes.
Por eso, toda persona debe saber por su propio bien que estas crisis son beneficiosas cuando se tratan mediante terapias naturales, es decir, quitando obstáculos para que sea la naturaleza la que cure.
Si comprendemos lo que la naturaleza quiere no debemos alarmarnos por estas crisis, sino por el contrario, intensificar el tratamiento natural, persistiendo con firmeza hasta obtener la salud integral.
